lunes, 14 de marzo de 2016

10 consejos para aprovechar al máximo tu cinta de correr

La mejor máquina para perder peso es la cinta de correr. No hay más. Por su simplicidad y el tipo de ejercicio que se realiza, la cinta de correr es la mejor manera para librarte de esos kilos de más. Quizás hace tiempo que ya lo intuías y ya llevas varios meses incorporando, a tu rutina diaria, unos minutos de carrera continua. Pero, por algún extraño motivo, no estás viendo los resultados… ¿Por qué?
Aunque cada caso sea especial y cada uno tenga un metabolismo diferente, me atrevo a aventurar que tu problema está en cómo corres en la cinta. Ten en cuenta que, cuando persigues un objetivo fitness concreto, debes poner especial atención a todos los detalles para conseguir tus propósitos. A continuación te presentamos 10 trucos imprescindibles para perder peso utilizando la cinta de correr.

1. Céntrate en el balanceo de brazos

Aunque no lo parezca, los brazos tienen un papel fundamental cuando corres. Si aprendes a hacer un buen balanceo de brazos conseguirás multiplicar los beneficios de la carrera. Los brazos dirigen la coordinación del tronco inferior con el superior por lo que un correcto braceo te ayudará a implicar más músculos del cuerpo y, por lo tanto, a quemar más calorías. Lo mejor es balancearlos de delante hacia detrás sin cruzar ni ladear. Debes mantener un ángulo de 90 grados y mover los codos en paralelo a la dirección que se avanza. En cuanto a los hombros, manténlos relajados, sin contraerlos y sin esconder la cabeza dentro de ellos… Si hasta ahora no te habías planteado el braceo, debo pedirte disculpas porque después de haber leído todo esto, tu manera de correr va a cambiar por completo.

2. Date unos minutos de recuperación

Si eres de los que acaban el entrenamiento en la cinta de un salto esto puede interesarte. Acabar la rutina de golpe, sin dejar que los músculos se recuperen poco a poco, puede provocar lesiones graves y ralentizar la recuperación de tu cuerpo. En cambio, acabar el entrenamiento bajando la intensidad de carrera de manera gradual es mucho más natural, seguro y, “consigues que el cuerpo trabaje más, añadiendo más minutos a la sesión quema grasas”, asegura David Siik, instructor de running. Ten en cuenta que el cuerpo empieza a quemar grasa después de los primeros 17 minutos de cardio, por lo que cuanto más alargues tu sesión, más grasa quemarás.

3. Olvídate de las pesas

Si tu objetivo es perder peso, olvídate de correr con pesas. Eso sólo te hará correr de manera más artificial y te impedirá concentrarte en la carrera. Sin las pesas, correrás más rápido, más fuerte y más tiempo. Ten en cuenta que un entrenamiento en cinta bien hecho debe dejarte exhausto. Si después de tu sesión sientes que podrías incorporar pesas a tu plan de entrenamiento, quiere decir que no has entrenado con el nivel de intensidad requerido.

4. Utiliza la inclinación de la cinta de correr

Correr sobre una pista inclinada es una excelente manera para aumentar la intensidad de tu entrenamiento. El aumento de esfuerzo implica un mayor número de pulsaciones por minuto, lo que se traduce, automáticamente, con quemar más calorías. Este tipo de entrenamientos son muy recomendables si estás pensando en tener una sesión prolongada porque la inclinación reduce la presión sobre las rodillas. Lo mejor es ir intercalando, a lo largo de la sesión, diferentes grados de inclinación.

5. Es más importante la intensidad que el número de kilómetros

La cinta de correr te permite centrarte en la técnica y precisión de la carrera. Velocidad, inclinación, pulsaciones, intensidad… ¡Todos los factores son controlables! Por eso, cuando corras en cinta debes buscar la calidad del entrenamiento y no obsesionarte con la distancia recorrida.

6. Trabaja en intervalos

Correr a intervalos es mucho más eficiente que las carreras de larga duración. Además de quemar más calorías, conseguirás minimizar el impacto que sufren las rodillas y tobillos. Procura correr a intervalos de alta intensidadcombinados con carrera continua de baja intensidad. Con este tipo de entrenamientos lograrás fortalecer el core y combatir la grasa abdominal.

7. Aumenta gradualmente la velocidad

Ir incrementando gradualmente la velocidad te ayudará a aumentar el nivel de exigencia de la sesión. A la hora de quemar calorías, la clave son las pulsaciones por minuto. A más pulsaciones, más calorías se queman. Cuando adquieres la suficiente forma física como para aguantar un ritmo de carrera determinado, tus pulsaciones también se habituan y acaban haciendo menos esfuerzo para aguantar el nivel. Por eso te animo a que huyas siempre de tu zona de confort.

8. Cambia tu rutina

Uno de los mayores riesgos que tienes cuando trabajas el cardio es caer en la rutina de los entrenamientos. Por eso, tienes que procurar incluir innovaciones y variantes para no aburrirte con tus sesiones diarias. Recuerda que si haces esto es porque te gusta.
9. Haz circuitos
No hay ninguna razón que obligue a separar entrenamientos de cardio y entrenamientos de musculación. Son perfectamente compatibles y, combinados, multiplican poderosamente sus resultados. Si ya sigues un programa de musculación en el gym, puedes aprovechar los descansos entre cada serie para andar en cinta. De este modo, mantendrás estable la intensidad y el nivel de pulsaciones durante toda la sesión.

10. Corre con música

No desvelo ningún gran secreto si afirmo que la motivación es fundamental para ser constante en el gym. Por eso, tienes que disfrutar de tu plan fitness. Una buena manera para conseguirlo puede ser escuchar música durante la sesión. Además de distraerte, te ayudará a seguir un ritmo constante. Está comprobado que, cuando corremos y escuchamos música a la vez, tendemos a sincronizar el ritmo de la carrera con el ritmo de la música.

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